sábado, 28 de mayo de 2011

Otra reflexión sobre las elecciones del 22 de mayo en Canarias.

La inocencia parece que no tiene edad ni afecta a los partidos políticos ni a las ideologías. Este pensamiento viene a cuenta de una reflexión hecha por nacionalistas canarios (independentistas) acerca de los resultados electorales del 22 de mayo de 2011.

Si, porque parece que los procesos electorales en Canarias son cosa recientísima, este fuera el primero que se celebra y no hubiera ninguna experiencia sobre ellos. Pues no es así. Hace ya mas de treinta años que, periódicamente, cada dos años, se celebran elecciones en Canarias. Por un lado las generales, para elegir diputados y senadores al congreso y senado de España y por otro locales, para elegir diputados al parlamento de Canarias, consejeros a los Cabildos Insulares y concejales a los ayuntamientos.

Las condiciones de las elecciones, las legales y las no tan legales. Votaciones y resultados.- En primer lugar hay que partir de la base de que las elecciones en Canarias no se celebran en condiciones de igualdad para todas las fuerzas políticas que intervienen, desde el uso descarado de las instituciones y los medios públicos que tienen a su alcance las que forman parte de los gobiernos regional, insular y municipal, hasta la distinta capacidad de “endeudamiento” con las entidades financieras o de obtener “donativos” de empresas, pasando por las subvenciones oficiales a las formaciones políticas que alcanzaron escaño o sillón en las elecciones anteriores. Todo ello conforma un panorama desolador, las dos o tres grandes formaciones españolistas (PSOE-PP-CC) tienen una capacidad de propaganda infinitamente mayor que el resto. Centrándose la campaña, no en la confrontación de programas, sino en la mayor capacidad de llegar con las siglas a los votantes, fomentando una especie de “voto compulsivo” pasando desapercibidas la mayoría de las listas que se presentan. Por otro lado, las características de la población, casi completamente despolitizada, permite a las formaciones que tienen alguna responsabilidad de gobierno utilizar su posición para gestionar adecuadamente el clientelismo político, cuando no el puro y duro caciquismo.

Las elecciones en Canarias son organizadas, decididas, financiadas, controladas, revisadas y publicadas por organismos políticos, policiales y judiciales españoles. El sistema de asignación de escaños, las leyes electorales, han sido decididas por organismos ajenos al pueblo canario, vienen impuestas por el sistema. Y, con independencia de esto, que por sí sólo debería ser motivo suficiente para no reconocer legitimidad a todo el proceso electoral, el sistema es manifiestamente malo, injusto, en lo que se refiere a la distribución de los puestos a elegir y a la representación de la población, sobre todo en el parlamento de Canarias: No se trata ahora a comentar el sistema D'Hondt ni los límites mínimos para obtener escaño o sillón municipal o la diferencia de valor de los votos según la isla de que se trate, eso ya está dicho en otros foros, pero una visión rápida de los resultados que figuran al final lo confirma fácilmente.

Y a pesar de todo esto, todavía hay ilusos que se presentan a las elecciones, que se endeudan, que se desgañitan... que después pierden el tiempo en comentar e intervenir en debates sobre si este pactará con aquel para repartirse el gobierno municipal, insular o regional, y con ello no hacen mas que refrendar el sistema colonial que no aceptan y que pretenden derrocar, cambiar o sustituir. La participación en los procesos electorales desperdicia el espíritu nacionalista del pueblo y las discusiones sobre si serán este o aquel partido español o colaboracionista, el que gobernará y las consecuencias de su gobierno. Todo ello no hace mas que apartar a los independentistas de sus objetivos reales.

Si lo que se pretende es conseguir la independencia política del archipiélago canario, o sea subvertir el orden constitucional que han impuesto, crear un Estado Canario, la vía para ello no puede ser, no será, mediante la participación en las elecciones para el parlamento español, el parlamento de Canarias, los cabildos o los ayuntamientos. Otra cosa es que, en un momento, por ahora lejano en el tiempo, las condiciones sociales y políticas permitan participar con éxito en esas elecciones y utilizar la representación obtenida para promover y apoyar un cambio revolucionario.

Por todo eso, si participan en las elecciones es porque están de acuerdo con los resultados que salen de las mismas y luego no se podrán quejar si se los restregan por la cara, incluso en foros internacionales.

La batalla político-ideológica.-
De nada vale lamentarse, Paulino seguirá en el gobierno canario o será Soria, en Telde o en La Laguna será alcalde un corrupto o no, ¿qué mas da? No deben preocupar los pactos, el partido español (CC-PSOE-PP), una vez mas ha ganado unas elecciones ilegítimas en las que participaban formaciones que se decían independentistas y éstas han perdido. Realmente no va a haber mucha diferencia entre el gobierno de uno o de otro, en el fondo son lo mismo.
La lucha de los independentistas se debe realizar contra todas estas formaciones políticas, que en su conjunto forman el partido español. No sirve de nada siquiera criticar o alegrarse porque llegue al gobierno una u otra formación de este o aquel partido, por mas nacionalista o de izquierdas que se proclame, aunque lleven en su seno agrupaciones de nombres radicales “Juventudes Socialistas” o “Secundino Delgado” pues no son mas que el oportunismo rastrero que surge siempre alimentándose de las migajas del poder (aunque sea un poder tan escuálido como el del gobierno de Canarias) son todas lo mismo y no son en absoluto independentistas, nacionalistas o autonomistas (en el sentido de la palabra que usaba Secundino Delgado) dependen y encuentran su razón de ser únicamente en la relación de dependencia que contribuyen a mantener.
La misión de los nacionalistas en estos momentos consiste en denunciar, en poner de manifiesto, las contradicciones del partido español, la incapacidad del parlamento de Canarias y de los gobiernos salidos de estas elecciones para resolver los problemas de Canarias, de las islas y de los ayuntamientos y de defender adecuadamente, de verdad, no con actos para la galería, frases grandilocuentes y acuerdos inútiles, los intereses de todos los habitantes de las Islas Canarias. Pues estas instituciones son ineficaces para dar solución a nuestros problemas al estar supeditadas a las directrices emanadas de los órganos del Estado Español y de las oligarquías que lo sustentan. Por supuesto denunciando la corrupción galopante de la casta gobernante, la explotación de nuestros recursos, la ruina de los servicios públicos, los atentados al medio ambiente, al patrimonio cultural, etcétera.

La posición nacionalista-independentista y el futuro.-
En estos momentos, y probablemente en un futuro cercano, si no se producen variaciones del panorama descrito, es mas rentable, políticamente hablando, reservar los esfuerzos de las formaciones nacionalistas-independentistas para preparar la lucha política y sobre todo para ganar presencia en las organizaciones de masas que existen: sindicales, vecinales, culturales... En definitiva, para acercarse a las capas populares, a la mayoría de la población y para mostrarle la cruda realidad social y política, retirando el velo del buen nivel de vida aparente, del consumismo y la subvención, que hábilmente sostienen y explotan electoralmente los partidos españoles; pues la elevada abstención en algunas islas no es causada por posiciones políticas, ni por el fantasmagórico movimiento del 15M, sino por la falta de criterios en política. Es duro, pero hay que ser realistas.
La participación en futuros procesos electorales no debe ser una prioridad, no hay condiciones para ganar, ¿a qué presentarse?. Eso no quiere decir que no se pueda aprovechar la campaña electoral y las elecciones para denunciar la falta de legitimidad del proceso, unas elecciones que se realizan contra Canarias, la imposibilidad de cumplir los programas de los partidos, la falta de competencias reales de los gobiernos títeres que salgan de ellas para resolver los problemas de Canarias, su obediencia a intereses foráneos, la corrupción,...
Y plantear las alternativas verdaderamente nacionalistas. Sin folclorismos ni excentricidades, sin concesiones, pactos contra-natura ni treguas.
Todo ello, además, requiere la unidad del campo nacional, no es necesario estar de acuerdo en todo, hay nacionalistas de izquierdas y de derechas, ecologistas y desarrollistas, cristianos y ateos.. Lo verdaderamente importante es fijar los principios y el objetivo común: pocos, claros, bien definidos. Y basar en ellos la acción política posterior, sin protagonismos individualistas ni desviaciones.
Solamente en la medida en que se pueda conseguir la organización unitaria de los verdaderos nacionalistas se podrá hacer frente en las urnas y en la calle al partido español (CC-PSOE-PP) y a los colaboracionistas que los apoyan.



EscañosNº Votos% Votos
PP
21
288807
31.84 %
CC
21
225757
24.89 %
PSOE
15
190310
20.98 %
NCa
3
82318
9.08 %
ACSSP
0
19372
2.14 %
VERDES
0
18777
2.07 %
UPyD
0
9041
1.00 %
C.G.C.a.
0
7387
0.81 %
IUC
0
6889
0.76 %
ANC
0
6481
0.71 %
SCC
0
4761
0.52 %
PPMAJO
0
4333
0.48 %
PACMA
0
2827
0.31 %
MP
0
2728
0.30 %
PCPC
0
2483
0.27 %
PSyEP
0
2004
0.22 %
MUPC
0
1626
0.18 %
PUM+J
0
1455
0.16 %
PH
0
1257
0.14 %
UNIDAD DEL PUEBLO
0
1236
0.14 %
C.D.L.
0
1049
0.12 %
CSDC
0
365
0.04 %
D.N.
0
350
0.04 %
UCE
0
120
0.01 %
TOTALES
60
881733


Votantes: 932116 Abstención: 36.78% Blancos:25192 Nulos:25191
Fuente: La Provincia, 25 de mayo de 2011.