domingo, 25 de septiembre de 2011

CONTRADICCIONES

Contradicciones

Una contradicción, si atendemos al significado etimológico de la palabra, es decir una cosa y la contraria. Cuando se habla de contradicciones en los sistemas políticos y económicos se está refiriendo a la imposibilidad de que se den simultáneamente dos condiciones, por ejemplo que se establezca constitucionalmente el derecho a residir en una vivienda digna y que, por otro lado, haya quien no tiene techo habiendo viviendas vacías no utilizadas por sus propietarios.

En este brevísimo ensayo pretendo analizar críticamente dos ejemplos de contradicciones uno de la iglesia católica y otro de un partido de la “izquierda” radical y tal.

Empezando con la iglesia, esa organización sectaria casi intocable que se ofende y se defiende con todos los medios a su alcance cuando se le critica y se le exigen responsabilidades por sus actos delictivos y que además adopta el papel de mártir y de victima de persecuciones y violencias religiosas imaginarias, a la cual seguimos pagando la justa expropiación efectuada por Mendizabal en el s.XIX. Que además goza de exenciones tributarias y privilegios completamente injustificados, etcétera, bueno pues esa iglesia, que por un lado predica la caridad cristiana, ya que se supone que Jesucristo, en caso de que fuera cierto que existió, era una buena persona y amaba a los pobres y que muchos santos se quitaban el pan de la boca y hasta la ropa para dárselo a los que no tenían que comer o con qué vestirse, pues esa iglesia hace lo mismo que las entidades bancarias mas agresivas, si eres anciana y con unas pensiones de mierda y no tienes para pagar la renta de la casa donde vives con cinco nietos, pues a la calle, que habrá que sacarle rendimiento al metro cuadrado.
La caridad cristiana se ve que empieza por ellos mismos, que han hecho voto de pobreza y viven en palacios, han hecho voto de obediencia y se rebelan contra las autoridades civiles, hacen voto de castidad y..... bueno mejor me callo, pero mejor no mandes a tus hijos a la catequesis, por si acaso.
La noticia no me la inventé, aquí tienen el enlace:

Y ahora vamos con la contradicción de los rojillos (que no son ni el Murcia ni el Osasuna, así que no se den por aludidos). Me refiero al PCPC, filial en Canarias del PCPE, Partido Comunista del Pueblo Canario y Partido Comunista de los Pueblos de España, respectivamente. Se distingue este partido por ser casi el único que mantiene viva una forma de hacer política propia de la clandestinidad: pintadas, pasquines y panfletos radicales e incendiarios, pero, lo siento, hay un gran pero, las luchas en las que pierden el tiempo y supongo que el dinero, con perdón, son las luchas de los guatemaltecos, los saharahuis, los palestinos y las de los ciudadanos de cualquier otro sitio, cuanto mas lejano mejor. A eso le llaman internacionalismo proletario. Normalmente las reivindicaciones locales, como que no les mueven mucho, o al menos esa es mi impresión por lo que veo por las calles. Pero es que hoy me encuentro en un mismo depósito verde para, evidentemente, depositar las botellas usadas, dos cartelitos firmados por esta formación política. El primero es de un rigor revolucionario incuestionable, hasta yo estoy de acuerdo, lo cual es bastante raro porque últimamente cada vez me veo mas solo y aislado en esto de la política (no me preocupa demasiado, la verdad sea dicha) aquí lo pongo:

Así se habla, coño, a organizar la revolución, a la conquista del poder por las masas obreras, nada de quinces-emes ni paparruchas metafísicas, la revolución de verdad, la vuelta de la tortilla, en fin qué más se puede decir, ortodoxia marxista-leninista a tope.

Claro, el problema es que los depósitos para botellas usadas tienen, algunos, cuatro lados y si doblamos un poco la esquina nos encontramos con otro letrerito de la misma formación política que me rompe los esquemas, pues junto a una proclama a la lucha obrera y a la unidad de los trabajadores, muy en concordancia con el cartel anterior, vemos la frase “defendamos la negociación colectiva” y, a continuación: “hacia la huelga general”, bueno véanlo ustedes mismos:

O sea, resumiendo: Vamos a hacer la revolución, vamos a cambiar el mundo de bases hundiendo el imperio burgués, a la banca y al capitalismo, vamos a instaurar la sociedad sin clases, o sea el comunismo, para eso tenemos que unirnos. Pero, debe ser por si acaso, lo que se llama poner una velita a dios y otra al diablo, defendamos la negociación colectiva, o sea discutir, proponer, transigir y acordar con los capitalistas las condiciones de trabajo, los salarios, las vacaciones...... aquí me sale el exabrupto: qué mierda de comunistas y de revolución es esta que pide la “negociación colectiva”.