sábado, 24 de marzo de 2012

Que lo quiten todo

Que lo quiten todo, si, que deroguen la jornada máxima legal de cuarenta horas semanales y el salario mínimo, que quiten las leyes que fijan un tiempo mínimo de 30 días de vacaciones al año y permitan el trabajo de los menores de edad y que prohíban las huelgas, también, por qué no, tendrían que hacer laborable el día primero de mayo y prohibir las banderas rojas, las negras y también las que tienen estrellas verdes.

Y quizá piensen ustedes: este individuo se ha vuelto loco, ya no pide rebajar el “Estado del Bienestar” que la crisis la tenemos que remontar entre todos, sino quitarlo del todo, volver al feudalismo, que digo, a sistema esclavista, seguro que está loco.

Pues no, no lo estoy ni me he vuelto nihilista, pero esto no sirve, nos han engañado, el “Estado del Bienestar” es una engañifa y nos siguen engañando aquellos que defienden este “estado del bienestar”.

Hasta ahora parecía que no había problemas, España era un modelo para el mundo: la transición democrática ejemplar, la monarquía amable, defensora de las libertades, la Constitución del Estado Social y Democrático de Derecho, la concertación social, el consenso político, los convenios colectivos y el Estatuto de los Trabajadores, los delegados sindicales y comités de empresa, las elecciones cada cuatro años....

Pero..., pero llega la crisis y por una rendija de la puerta de la casa de los tres cerditos asoma la patita capitalista y neoliberal, disfrazada de blanca harina democrática, y algunos ven que van a perder su modus vivendi y claro, se ponen colorados aunque no tengan vergüenza (y es que decir rojos todavía está mal visto) y hay que convocar a la huelga general, ahí, con dos cojones. Eso si, un día, porque más es imposible, que la gente luego no va.

¡Pero si estamos en el “Estado del Bienestar”, si el Rey es buenísimo y la familia real encantadora, pero si teníamos una concertación social y un convenio colectivo, pero si también había subvenciones para los sindicatos y que éstos, junto con los empresarios, se encargaron de la formación profesional de los trabajadores, y también recibieron mucho dinero por ello...! ¡¡Dios mío qué nos está pasando!!… Pues eso, que había concertación social y que había convenios colectivos, que aquellos que todavía cantan puño en alto lo de “cambiemos el mundo de base hundiendo el imperio burgués” y nos metieron en la OTAN, son los mismos compañeros y compañeras, sindicalistos y sindicalistas, amigos y amigas de los banqueros y banqueras, son los mismos que permitieron las SICAV (sociedades multimillonarias que pagan sólo un uno por ciento de impuesto de sociedades), son los mismos que privatizan los servicios públicos, para racionalizarlos y hacerlos viables claro, no piensen ustedes mal.

Entonces los trabajadores se dedicaron a gastarse el sueldo en tunear coches, en irse de vacaciones al sur (para hacer bien el amor hay que venir al sur) o a pagar hipotecas de casas baratas, que no valen lo que cuestan. También se olvidaron que la unión hace la fuerza, que hay que organizarse de verdad, con principios y fijando objetivos tácticos y estratégicos, y que en sus antiguas banderas se leía “ni dios, ni amos, ni tribunos” y dejaron en manos de unos funcionarios sindicales, pagados con las subvenciones del Estado y los fondos para formación profesional, la defensa de sus intereses laborales individuales, olvidándose de los colectivos, porque aquí cada uno va a lo suyo, y perdieron la conciencia de clase, si alguna vez la tuvieron, y no se formaron técnicamente ni en su cultura ni políticamente y se lo creyeron todo, hasta lo de social y democrático de derecho que dice la constitución y lo del “derecho fundamental” a la negociación colectiva. Y por todo eso no tienen cajas de resistencia, ni economatos sindicales, ni escuelas obreras, ni un sistema de SEGURIDAD SOCIAL propio, de los trabajadores, y mucho menos un sistema financiero alternativo... No tienen nada.

Por eso pienso que deberían derogar el Estatuto de los Trabajadores, para que la clase trabajadora se caiga de la higuera hipotecada en la que la han hecho vivir y luche por imponer, por la fuerza si hace falta, el Estatuto que le convenga; que prohíban el primero de mayo, para hacer huelga general ese día, con piquetes, sin servicios mínimos ni machangadas pseudo democráticas; que no hayan convenios colectivos, pues no harán falta ya que el capital se guardará de respetar a los trabajadores, pues lo que sigue es la huelga indefinida y expropiar las empresas explotadoras; y que prohíban nuestras banderas, para alzarlas como dice la canción y que no las usen los traidores.